XXI Marcha del Orgullo, a set on Flickr.
Putos, tortas, travas, trans, queers, drags. Ahí estaban todxs. Haciendo suya la Plaza de Mayo; como corresponde, llenándola de pueblo. El sábado pasado desde Moscas en la Boca acompañamos la XXI Marcha del Orgullo en la plaza. Familias diversas, chiflidos para Macri, los camiones de siempre, las banderas, los colores, la música, la alegría, y Celeste Carballo. La consigna de este año fue “Educación Sexual Integral en la Diversidad”, marcando la necesidad de una integración plena de todas las identidades de género y sexuales dentro de nuestro sistema educativo. Y lo lejos que estamos... Rara Marcha del Orgullo, que cada día resiste menos y celebra más. En un mundo donde las identidades diversas se encuentran bombardeadas todos los días desde el Estado, la Iglesia, los sectores reaccionarios y conservadores, nuestra Argentina es ejemplo y corre lejos por delante del pelotón. En 2009 tuvimos Ley de Matrimonio Igualitario, y fuimos el primer país de América Latina. El año pasado la XX Marcha del Orgullo pedía por una Ley de Identidad de Género. Este año el Congreso la sancionó y ya cientos de chicas trans hoy tienen un documento que refleja quien verdaderamente son. Así que allá fuimos a acompañar y—por qué no—a revolear un poquito la tricota. Altas fotardas cortesía de Gabriela Uassouf.
“Nada grande se puede hacer con la tristeza. Desde la ciencia al deporte, desde la creación de la riqueza a la moral patriótica, el tono está dado por el optimismo o por el pesimismo. Nos quieren tristes para que nos sintamos vencidos y los pueblos deprimidos no vencen ni en la cancha de fútbol, ni en el laboratorio, ni en el ejemplo moral, ni en las disputas económicas… Por eso, venimos a combatir alegremente. Seguros de nuestro destino y sabiéndonos vencedores, a corto o a largo plazo”.
Arturo Jauretche
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